Tuesday, February 27, 2007

Amaro

Sorprende que un supuesto bon-vivant como Bond aclare pelicula tras pelicula una idiotez del calibre de "stirred, not shaken"; sorprende asimismo que el barman de turno no le sacuda un Cobbler por la cabeza al agente secreto de su majestad.

Nadie bate un Martini. Un Manhattan no puede servirse en vaso de trago largo. Un Old Fashioned no lleva soda (aunque lo diga DeGroff). Sin embargo, un clasico como el Negroni admite sorprendentemente ciertas licencias, quizas a cuenta de ser un trago veraniego, fresco, algo que podriamos ver quizas en el copetin del abuelo, rezago de epocas de mas estilo. Suficientes barmen difieren en lo que hace a la presentacion del trago (vaso de Old Fashioned o copa de Martini?) y al garnish (rodaja de limon o rulo?) como para sentirnos tentados de tomar partido.

Liturgia

Partes iguales de Vermouth rojo, Gin y Campari. Vaso de Old Fashioned con hielo abundante y media rodaja de limon (o naranja, que diablos). En su defecto, copa de Martini y rulo de limon (y a esto llamamos algunos Camparinette, que cambiar la presentacion es cambiar el trago).

Raconte

Los hombres sensibles nos quieren convencer de un aristocrata italiano del ´20, un tal Conde Camillo Negroni que cambiaba la soda en su Americano por Gin. Nuestro evemerismo galopante descree y repite la historia oficial: un trago nacido en los cafes de Italia, distinguido con su nombre actual por los mercaderes de Campari alla por el ´50.

Lo personal es etilico

Llegar tarde a una cita es costumbre para algunos. Pedir permiso para hacerlo a cuenta de un Negroni y un cuento a medio terminar, un descaro feliz para ciertos neuroticos. Y "El Perseguidor" y Cortazar atrapante pero dejando ver que, al igual que Sabato, no se lee igual a los quince que a los veintipocos...