Monday, May 7, 2007

Condiciones materiales

Si aceptamos a priori que hay un momento y lugar para cada bebida alcoholica, puede que la ausencia de ciertos momentos o lugares nos cierre puertas. La categoria informal licores presenta este problema.

Cualquiera con algo que pase por una vida social tiene oportunidad de un Gin tonic de barra, de una cerveza negra de picada, quizas un whisky de poker. Mas dificil es encontrar el entorno para un taco de Amaretto, Ginebra, un sniffer de Brandy entibiado. Huelga aclarar que un antojo suele pasar por encima de estas y otras convenciones, como en este y otros ambitos. Sin embargo, nadie es ajeno al deseo de la experiencia completa, del rompecabezas entero.

Tal vez es necesario forzar sutilmente algunos giros, tirar de los piolines para suscitar estas condiciones elementales. Conseguirse un abuelo Republicano para recordar con el, jerez de por medio, las gestas del Ebro. Romper dramaticamente con mujeres que no nos interesan tanto para mandarse media botella de Bols y entonar penosamente un tango. Visitar a una abuela (propia o ajena, no viene al caso) y compartir con la nona un dedal de Amaretto.

Personalmente, me consume una obsesiva busqueda de velorios para poder saborear, en paz de una vez por todas, mi copita de anis.

2 comments:

Mundo del Cinismo said...

Y... yo recomiendo comprarse un buen cigarro, y seguir la lección de Paul Giamatti en ENTRE COPAS: no hace falta un buen momento para encender un buen cigarro (digamos un Cohiba, o un Vargas), sino que encender un buen cigarro es per se un buen momento. Y claro (era la idea original), acompañar el cigarro con una copa de brandy.

Si no la otra es que se casen los amigos. Hoy fui a cenar a casa de un amigo casado, y me forecieron una copita de licor de sambayón (hubiera preferido un gin con tónica, pero bueh).

Barna said...

Es cierto, quizas la solucion sea un cambio de perspectiva; pasar al alcohol a primer plano como generador de momentos y no a la inversa.

Lamentablemente mis amistades son demasiado jovenes o demasiado informales para el casamiento. Tengo conocidos casados jovenes (a los 21...), pero por una veta catolica que los hace poco apreciativos de lo dionisiaco en general, alcohol incluido.